¡El Laura se robotiza con RetoTech!


En septiembre de 2021, arrancando el nuevo curso, y coincidiendo con el segundo curso del equipo directivo del centro, con ganas de implementar nuevos proyectos, nuevos retos y desafíos tanto para nuestros profes, como principalmente para nuestros alumnos; revisando el correo como cada mañana, aparece uno que me llama la atención. Habla de robótica, de la fundación Endesa, de la empresa BQ, en definitiva, del PROYECTO RETOTECH.

Personalmente ya había trabajado contenidos de pensamiento computacional e introducido la robótica educativa en otros centros, con lo que la propuesta llamó mucho mi atención, ya que incluía también el diseño 3D, algo desconocido hasta ese momento para mí. Reviso el email, descargo el folleto explicativo del proyecto, veo las implicaciones y el trabajo a llevar a cabo a lo largo del curso, me ilusiono, y empiezo a pensar en cómo llevarlo a cabo en el centro, lo que sólo tiene una dirección: contar con otro compañero/a que se anime a ponerlo en marcha. Ese compañero no es otro que el TIC del centro y la cabeza visible del proyecto One to One que poco a poco se va imponiendo en el trabajo del centro en su día a día. Juan José de la Peña, Juanjo en adelante. Le cuento, le explico. Pensamos en cómo llevarlo a cabo, con qué alumnos y, sobre todo, lo que puede aportar ese curso y de cara al futuro a los alumnos del centro. Planteamos la idea surgida a mis compañeras del equipo directivo, y empezamos a trabajar. Lo primero que los compañeros de la fundación Endesa nos solicitan, para poder valorar la idoneidad del centro en su proyecto y darnos cabida, es un vídeo en el que se muestre por qué queremos entrar a formar parte del PROYECTO RETOTECH. Alumnos de 5.º y 6.º, junto con Juanjo, preparan un vídeo en el que solicitamos la entrada en el proyecto, algo sencillo, claro y con gancho... Lo mandamos y estamos dentro de los elegidos. Primer hito cumplido. Empezamos a recibir el material en el cole. Ahora sí que sí, hay que poner en marcha todo el proceso, empezar a trabajar con los alumnos, cumplir retos y fechas de reuniones, formaciones de los profes, a las que acudimos tanto Juanjo como yo mismo. Seis sesiones repartidas de dos en dos, con diferentes contenidos, muy aprovechables y necesarias. Como primer curso, con horarios y organización ya empezada, el planteamiento que proponemos al resto del equipo directivo es el de llevar a cabo el proyecto en horario de exclusiva, un par de días por semana, con los alumnos de 5.º y 6.º, que de forma voluntaria quisieran ocupar ese tiempo en algo diferente y motivante. Se apuntan cerca de 50 alumnos, empezamos a trabajar en dos grupos: los de 5.º por un lado y los de 6.º por otro. En ese momento, el COVID seguía muy presente y no mezclar grupos de nivel era una condición indispensable. La metodología de trabajo en estas sesiones fue a través del aula virtual del cole. Les colgamos con anterioridad las explicaciones, y en las sesiones de trabajo, práctica con los retos que les proponemos resolver. Surgen dudas, algunos que no han visto toda la documentación, otros si, lo que uno no se acuerda, otro del equipo lo resuelve y explica al resto. Todos implicados, todos aprendiendo entre ellos, en su jerga, mezclada con las nuevas palabras aprendidas específicas de la robótica, motivados y avanzando.

Todos implicados, todos aprendiendo entre ellos, en su jerga, mezclada con las nuevas palabras aprendidas específicas de la robótica, motivados y avanzando

Va pasando el curso, algunos alumnos se empiezan a retirar por diferentes motivos. Van dejando un grupo de trabajo de los más implicados y a los que más les llama la atención el trabajo a realizar. Tras los primeros retos de robótica y programación, llega el momento de poner en marcha la impresora 3D, otro paso más en el trabajo y motivación extra para los alumnos. En el momento que empiezan a ver que son capaces de crear diseños que luego toman “vida”, salen de la pantalla y los pueden tocar y llevar a casa. Con el grupo ya prácticamente cerrado, todos con contenidos a trabajar vistos y puestos en práctica.

Llega el momento de empezar a preparar el Festival RetoTech 2022. Desde la organización nos van marcando fechas de entrega, del video para el premio redes, de reuniones para ver avances del proyecto que llevaremos al festival, resolvemos dudas, sorteamos a los 8 alumnos que representarán al colegio el día del festival…

Pero me salté una parte importante, la elección del proyecto a presentar. Desde el principio de esta aventura, les intentamos dejar claro a los alumnos que el Proyecto RETOTECH no era algo de Juanjo y mío, sino que era un proyecto de todos los que formábamos el grupo de trabajo, que las decisiones y los pasos a dar los decidimos entre todos, y así fue también como elegimos el tema de nuestro proyecto para el festival. Reunión de todos, aportando ideas todos, nos escuchamos todos, desde los profes les damos varias líneas muy generales, nada concreto, para que ellos y ellas, y en el caso concreto nuestro, fueron ellas las que pusieron sobre la mesa una idea que gustó, gustó mucho al resto del grupo, y entre todos les fueron dando forma. Con el proyecto claro, mejorar la salud en el cole ayudados de la robótica, repartimos las tareas, que no eran pocas, y en pequeños grupos, cada uno con su parte, empezamos a trabajar. Van terminando, uniendo lo suyo con lo del equipo de al lado, dando forma a la maqueta, probando las programaciones, diseñando los elementos que vemos que nos hacen falta, generando nuevos grupos de trabajo, dando responsabilidades y asumiendo las mismas donde más cómodo me encuentro y creo que más puedo aportar. En definitiva, trabajo en equipo. Los profes, disfrutando de ver cómo ellos y ellas se organizaban, entre ellos se repartían las funciones, se asignaban lo que mejor se le daba a uno y otra, si había que programar, pintar, cortar, usar legos...

...es nuestra primera vez y sentimos que estamos al nivel, que el trabajo de todo el curso ha merecido la pena y que estamos preparados para que empiece el festival

Tras todo el curso trabajando codo con codo, todos y todas sabían quiénes eran los idóneos para cada tarea. Llega el día del festival, compartimos bus con otro centro cercano que también participa en el proyecto. Emocionados cogemos todos nuestros materiales y nos montamos en el bus camino de la sede de la fundación Endesa, para nosotros, en la otra punta de Madrid. Anécdota, llegando me dice uno de los alumnos, mi “jefe de programación” como yo le llamaba: “profe, estoy nervioso, bueno, más bien emocionado y eso me pone nervioso”. Entramos, nos registramos los profes, llegamos a nuestro stand con el nombre del colegio, dejamos la maqueta, empiezan a montar todos los elementos para que todo funcione a la perfección y se van eliminando esos nervios/emociones. Ven que todos los demás centros llevan maquetas, más pequeñas, más grandes, pero trabajos acordes a lo que nosotros presentamos, es nuestra primera vez y sentimos que estamos al nivel, que el trabajo de todo el curso ha merecido la pena y que estamos preparados para que empiece el festival. Disfrutan, explican, reparten flyers para que el resto de los profes y alumnos de otros centros, tanto de Madrid como de Aragón, se acerquen a ver nuestra maqueta, suben al escenario a explicar el proyecto que nos ha llevado hasta aquí a todos los presentes (58 centros en total), y se va pasando el festival, entre risas, emociones y comentarios. Vuelta en el bus, ¿¿¿cansados??? que va, ya le estaban dando vueltas al proyecto que querían presentar para el curso siguiente. Lo que para los profes fue señal más que suficiente para animarnos a seguir y volver a presentarnos de nuevo a RetoTech para el presente curso escolar, ya que los propios alumnos lo demandan, y estamos para dar respuesta a sus inquietudes y que crezcan a partir de ellas.

A finales de junio expondremos nuestro trabajo de todo el curso en el Festival RetoTech 2023.

Y nuestra aventura robotizando y programando “en el Laura” continuará…

Secretario del CEIP Laura Garcia Noblejas,
de Villaviciosa de Odón.