Aspectos relevantes: Adaptaciones curriculares en la LOMLOE




José Antonio Carmona Gómez
Delegado de ANPE-Madrid


A la hora de realizar nuestra programación didáctica es necesario establecer si nuestro alumnado necesita o no algún tipo de adaptación curricular y, en caso afirmativo, habrá que determinar qué tipo de adaptación será la más conveniente. Por ello, es necesario conocer los tipos, grados y niveles de las posibles adaptaciones curriculares que el docente debe llevar a cabo en el aula, ya que la LOMLOE aboga por el modelo del Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), en el que hay que atender a toda la diversidad que existe en nuestras aulas.

En primer lugar, podremos definir las adaptaciones curriculares como las modificaciones o ajustes que deben llevarse a cabo en la programación didáctica con el fin de responder al conjunto de necesidades que presentan nuestros alumnos y alumnas.

En cuanto a los tipos de adaptaciones curriculares, podemos indicar que existen dos: de acceso y básicas. Dentro de las de acceso nos encontramos con las adaptaciones que deben realizarse principalmente en cuanto a los recursos. Estos puedes ser de tres tipos: a) personales (apoyo del maestro de pedagogía terapéutica, maestro de audición y lenguaje, fisioterapeuta, técnico superior de integración social (TSIS)…), b) materiales (recursos que mejoren la calidad de sonido o de visión del aula) y c) de comunicación en relación a los sistemas aumentativos y complementarios o alternativos a dicha comunicación. Por otra parte, si se necesita realizar cambios en los elementos de la programación didáctica tales como la evaluación, metodología, actividades, contenidos (saberes básicos), objetivos o competencias, las adaptaciones serán de tipo básico.

En relación a los grados de adaptaciones curriculares, estas también pueden ser de dos tipos. Serán adaptaciones no significativas si solo se producen modificaciones en la evaluación, metodología, actividades o contenidos (saberes básicos), o adaptaciones significativas, en el caso de tener que alterar los objetivos y las competencias de la programación.

A su vez, las adaptaciones curriculares pueden tener tres niveles. En primer lugar, las más generales, las de centro, que vendrán recogidas en el Plan de Atención a la Diversidad (PAD). En segundo lugar, las de aula, cuya adecuación curricular estará centrada en la propia programación didáctica. Finalmente, las más específicas, serán las que se realizan de forma individual o en pequeño grupo mediante las adaptaciones curriculares individuales.

En conclusión, teniendo clara esta clasificación y terminología, ahora será más fácil adaptarnos a los cambios que deberemos introducir para que todo nuestro alumnado pueda acceder con éxito a lo propuesto en nuestra situación de aprendizaje que pretendemos enseñar.