Esteban Serrano Tamayo
Secretario de Organización
Las oposiciones en educación son fundamentales para garantizar la calidad del sistema educativo público, ya que permiten seleccionar a los docentes más capacitados mediante procesos transparentes y basados en el mérito. Superar una oposición implica un reconocimiento profesional y social al demostrar la capacidad y preparación del aspirante. Además, este proceso fomenta el desarrollo profesional continuo, ya que la preparación para las pruebas requiere una actualización constante de conocimientos y metodologías pedagógicas. Ahora bien, es necesario ir a un sistema de concurso-oposición más objetivo, con temarios oficiales que incluyan contenido, no meros títulos de temas, y pruebas más objetivas entre otras mejoras.
Desde ANPE-Madrid, siempre hemos destacado la importancia de abordar la situación de inestabilidad que afecta al personal interino. La crisis económica iniciada en 2008 llevó a una significativa reducción en la tasa de reposición de efectivos, limitando las oportunidades de acceso a la función pública tanto para docentes interinos como para nuevos graduados. Esta situación ha generado un elevado porcentaje de empleo temporal en los centros educativos públicos, afectando negativamente la estabilidad laboral del profesorado y, en consecuencia, la calidad de la enseñanza. Por ello, en los últimos años se ha llevado a cabo un proceso de estabilización para alcanzar el objetivo de limitar al 8 % la proporción de interinos. Desconocemos si en la Comunidad de Madrid hemos conseguido esas cifras en todos los cuerpos, pero resulta fundamental seguir trabajando en ese objetivo con amplias convocatorias de empleo público y eliminar las restricciones impuestas por la tasa de reposición. Además, en un momento tan crítico como el actual en cuanto a la falta de profesorado en algunas especialidades, no podemos darnos el lujo de dejar sin cubrir parte de las plazas ofertadas en estas oposiciones.
En este proceso de oposiciones docentes, la constitución de los correspondientes tribunales es clave y fundamental y, año tras año, genera debate y controversia entre el profesorado funcionario. Inicialmente, se abre un plazo para que los docentes de carrera se presenten voluntariamente como miembros de estos tribunales. Sin embargo, la participación voluntaria cada vez es menor debido a las condiciones en las que deben realizar tan importante labor. Consideramos una falta de respeto al profesorado que, a estas alturas y tras casi un año desde el último proceso selectivo, nos encontremos aún con tribunales a los que no se le ha abonado la totalidad de los emolumentos por el trabajo realizado en las oposiciones al Cuerpo de Maestros. Ante la escasez de voluntarios, se recurre a un sorteo para completar la composición de los tribunales, lo que implica que algunos docentes asuman esta responsabilidad sin haberla solicitado. A pesar de ello, gracias a su profesionalidad, el proceso de oposición se desarrolla con normalidad.
ANPE-Madrid siempre ha pedido que se cambie el sistema de acceso actual por uno que sea realmente objetivo, como indicábamos anteriormente, y valore mejor los conocimientos necesarios para impartir docencia en una determinada especialidad. De ahí nuestra reivindicación para desarrollar cuanto antes la Disposición Adicional Séptima de la LOMLOE, fundamentalmente el Estatuto Docente que recoja un nuevo modelo de ingreso y acceso a los cuerpos docentes. Este cambio debería comunicarse con la suficiente antelación para dar tranquilidad a los interinos y aspirantes. Tampoco podemos olvidar que, aunque las pruebas sean subjetivas, tenemos un elemento que da garantías a la corrección de las pruebas como veíamos anteriormente, que son los compañeros miembros de los tribunales de oposiciones, con un conocimiento real y cercano de la especialidad que imparten.
Aunque las pruebas sean subjetivas, tenemos un elemento que da garantías a la corrección de las pruebas, que son los compañeros miembros de los tribunales de oposiciones